He pasado los últimos días trabajando en la reforma de este pequeño apartamento. Los albañiles han terminado su trabajo, han tirado y levantado varios tabiques, y han pasteado las paredes. También he cambiado la instalación eléctrica y de fontanería.
Por ahora he instalado la tarima flotante y estoy terminando de colocar las puertas. Este es el primer artículo de una serie sobre esta reforma, de cinco o seis partes. Como he dicho, hoy mostraré cómo colocar la tarima flotante.
Antes de nada he realizado un diseño con una aplicación online para distribuir el espacio y poder ver el aspecto final del apartamento. Aquí está la planta del apartamento. Podemos diferenciar el salón/cocina, el baño y las dos habitaciones.
Además, arrastrando el punto azul de la imagen podemos movernos por el interior del diseño con una vista en 3D.
Aquí está la vista 3D del apartamento. También podemos seleccionar una vista interior y a la altura de nuestros ojos. Sin duda este tipo de aplicaciones son de gran utilidad para visualizar nuestros proyectos, además levantar los muros y añadir el mobiliario es bastante fácil, mucho más que en la vida real!
La aplicación también permite exportar fotos renderizadas de bastante calidad, como esta. Nos permitirá tener una mejor visión del aspecto final de nuestras reformas.
Cómo instalar tarima laminada:
Vamos a ponernos manos a la obra. Qué es la tarima flotante? La tarima laminada flotante se compone de varias capas, normalmente de derivados de la madera. La más gruesa y del medio es parecida al tablero Dm pero fabricada aún con más presión, normalmente de color verde para diferenciar que es hidrófuga.
La última capa es un compuesto sintético de resinas de melamina a alta presión, que lleva impreso un dibujo imitando madera. Como sabrás, este tipo de tarima tiene un sistema macho/hembra de anclaje para unir las lamas entre sí.
Instalar tarima flotante es un trabajo relativamente sencillo, sobre todo si el suelo está bien nivelado y en buenas condiciones. Existen pastas niveladoras para casos extremos, aunque no es mi caso.
Primero debemos retirar todos los restos de cementos o pegamentos de las esquinas y del propio suelo, y limpiar toda la superficie(primera foto).
Por regla general la tarima se debe colocar en la misma dirección que el principal foco de luz de nuestra casa, que suelen ser las ventanas, aunque no pasa nada si por alguna razón prefieres orientarla de otro modo.
Después de la limpieza colocaré la manta sobre el suelo(segunda foto). No hace falta cubrir todo el suelo de una vez. Para evitar romperla, iré añadiendo tiras cuando sea necesario. Para un mejor funcionamiento, la manta debe subir unos 2cm por las paredes.
Este tipo de mantas sirven para aislar de la humedad y además reducir algunas pequeñas irregularidades que pueda tener el suelo. También existen mantas para aislamiento térmico y acústico, debemos escojer la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
La tarima que voy a instalar es de un tono gris, imitando a la veta del roble con las marcas de corte de una sierra. Creo que irá genial con los tonos claros que voy a utilizar en puertas y paredes. Es un AC5, que quiere decir que es de dureza media o para uso doméstico.
Para poder aproximarla a la pared lo máximo posible, cortaré con la guillotina los anclajes macho de todos los lados que vayan contra una pared, dejando el lado hembra hacia nosotros para seguir colocando el resto de lamas.
Coloco unos tacos de madera de 9mm a modo de separadores, para evitar problemas debido a las dilataciones de la tarima. Para unir las lamas entre sí se debe levantar e inclinar un poco la que vamos a introducir para luego dejarla bajar haciendo fuerza contra la otra.
Si todo va bien, el propio sistema de anclaje unirá las dos lamas hasta casi no distinguir la unión entre ambas.
Para medir la última pieza, basta con girarla y marcar teniendo en cuenta dejar la misma separación para la dilatación contra la pared. Es aconsejable que la última tabla no sea inferior a 20 centímetros, puedes cortar lo necesario la primera para evitar este problema.
Como puedes ver, este tipo de guillotinas son muy cómodas de usar, y evitaremos hacer demasiado polvo en casa.
En la siguiente fila podemos empezar con el trozo que ha sobrado de cortar la última lama de la fila anterior. Lo importante es que no coincidan las uniones. Las siguientes lamas son las más complicadas de instalar, porque deben introducirse dos anclajes en lugar de solo uno.
Existen varios métodos, lo que yo suelo hacer es anclar el canto más largo inclinando un poco las lamas igual que antes. Ahora usaré este empujador que puedes encontrar fácilmente en ferreterías(tercera foto). Tiene una parte de goma con un rebaje para no dañar la tarima al golpearla hasta introducirla en la lama anterior.
Al hacer esto puede que muevas la anterior fila, por eso es importante seguir colocando separadores entre la tarima y la pared. Para colocar la última lama de las siguientes filas usaré esta palanqueta que fabriqué de acero(cuarta foto). También son fáciles de encontrar en ferreterías.
Vamos colocando las tiras de manta necesarias y siguiendo los mismo pasos es fácil avanzar metros si en tu habitación no existen esquinas o puertas. Esta manta tiene incorporada una tira autoadhesiva para unirlas entre sí, si no es tu caso puedes pegarlas con cinta de carrocero asegurándote que la manta no monte una sobre otra.
Aquí llega mi primer contratiempo, tengo que medir el hueco que queda entre la lama y este muro de media altura, descontando el hueco para la dilatación. En este caso usaré una caladora para hacer los cortes necesarios.
Aquí ocurre lo mismo, después de medir coloco la lama del mismo modo que antes. Dejaré el espacio necesario para instalar un perfil de unión entre la tarima y el suelo del baño. También he dejado unos 8mm de separación entre la tarima y el premarco de la puerta, que taparán los marcos y guarniciones.
En mi caso ya tengo instalada la puerta de entrada, y en su parte inferior he dejado un hueco en el que introduciré la tarima, por lo que en esta ocasión empezaré a colocar la tarima al revés, pues de otro modo sería imposible introducir la última lama debajo de la puerta.
No es la opción aconsejable pero no pasa nada si tienes que instalar unas pocas lamas de este modo.
Retiro los protectores de las puertas corredera, y sigo colocando la tarima. Como se trata de un apartamento pequeño, voy a intentar colocar la tarima en una pieza y sin perfiles de unión bajo las puertas.
Se pasa un poco de los metros aconsejables, pero he dejado suficiente hueco para la dilatación y creo que no tendré problemas. Me gusta mucho más el aspecto de la tarima sin perfiles de unión, además de facilitar la limpieza en casa!
Para ello mido los cortes necesarios, dejando el mismo hueco de dilatación en todas direcciones y también hacia los premarcos de las puertas.
Dentro de las habitaciones debo proceder del mismo modo que antes. He tenido que cortar las primeras lamas con la medida que me ha dejado la lama que va debajo de la puerta.
Ahora solo falta instalar el zócalo. He pensado en traer a la obra mi Workshop Portable, creo que me va a ser muy útil para terminar la reforma. Para cortar el zócalo usaré una sierra ingletadora telescópica y un aspirador con toma corriente. Se encenderá cada vez que encienda la sierra facilitando mucho el trabajo.
Primero corto el sobrante de la manta, a la misma altura que la tarima. Existen zócalos del mismo color que la tarima, pero en este caso he preferido usar uno de Dm hidrófugo lacado en blanco. Ahora empezaré a colocar el zócalo desde una esquina, cortando la primera unión a inglete.
Podemos rebajar un poco la esquina de la parte de atrás, para que se amolde mejor a la pared. El otro extremo de unión lo corto recto, aunque también se puede cortar en ángulo.
Aplico adhesivo de montaje, es un producto muy denso y de secado rápido, lo que ayuda a fijar el zócalo a la pared. También aplico un poco de adhesivo en la unión de los zócalos.
Si en algún lugar es necesario debido a irregularidades en la pared, podemos usar puntas de acero, introducirlas un poco en el zócalo y tapar el agujero con cera blanca.
Para rematar contra las guarniciones de las puestas existen varios trucos. Yo utilizo este, con la ingletadora corto a 45 grados la pieza de zócalo que voy a usar, y de otro resto de zócalo corto primero también a 45 grados y después recto con el mismo espesor que el propio zócalo. Utilizo cianocrilato con su acelerador para pegar ambas piezas.
Para mejorar la unión puedes utilizar una lija muy fina. De este modo consigo tapar la cabeza del zócalo con el mismo material, otro método podría ser pintarlo de blanco.
Otro problema que puede aparecer es que necesites un trozo muy delgado de tarima para tapar un hueco. Lo corto en el workshop portable, le retiro parte del sistema de anclaje para poder introducirlo desde arriba y lo pego con cianocrilato a la lama anterior.
Si el suelo está desnivelado, puede que en algún lugar debas cortarle al zócalo un poco de altura, y algunas uniones es mejor pegarlas entre sí antes de pegarlas a la pared, como en este caso(cuarta foto).
En las zonas donde el zócalo no junta con la pared porque la pared está muy desnivelado no es aconsejable forzar demasiado el zócalo. Antes de aplicar la última mano de pintura a las paredes se pueden rellenar esos huecos con pasta y lijar para después pintar por encima.
Para finalizar, colocaré un perfil en «L» de acero para rematar la bajada de las escaleras. Agujereo la placa de hormigón y atornillo la «L» haciendo presión hacia abajo.
No he mostrado cómo colocar las piezas de zócalo que van contra las guarniciones de las puertas de paso y las que van contra los armarios empotrados. Las instalaré en el próximo artículo, donde también os mostraré cómo instalar las propias puertas. Hasta pronto!
gran artículo! haces que parezca muy fácil
hola Pablo, en realidad es bastante fácil! 😀